Un mes intenso

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Este último mes ha sido muy intenso y agitado. He estado a caballo entre Madrid y Barcelona, y ahora me siento como Nemo cuando Darla lo agita dentro de una bolsa de plástico: desorientado y confuso. Ha sido una historia de frustraciones y de heroicidades de última hora, pero lo hemos conseguido…

En un mes hemos levantado requisitos, hecho un diseño técnico completo, resuelto varias incógnitas técnicas y ejecutado una aplicación piloto de integración de datos heterogéneos. Hemos hecho nuestra parte y algo de la de nuestros socios. Y creo que hemos impresionado a los clientes.

El jueves pasado presentamos los resultados. Aunque podíamos haber esperado algunos días más a tener lista la porción de nuestros socios, decidimos presentar el día que dijimos al iniciar el proyecto un mes atrás: ni más pronto ni más tarde. La satisfacción de cargar la aplicación y jugar con los datos haciendo verdaderos juegos malabares, inspeccionando la cadena de tratamiento en cualquier punto, aumentando masivamente la carga y viendo los resultados esperados de forma visual y agradable… no tiene precio. Tampoco lo tiene ver cómo los socios han fallado allí donde llevas días y días advirtiéndoles, avisándoles para que lo corrijan y lo preparen, y viendo cómo te ignoran supinamente. Y tampoco tiene precio ver cómo en la evaluación del piloto conseguimos prácticamente un pleno en nuestra parte, y cómo lo único que falla es lo que no ha hecho nuestro equipo.

Todo esto ha sido gracias a estar rodeado de gente experta y motivada, con la voluntad de ir más allá de lo estrictamente necesario para conseguir lo que nos proponemos. En este mes he aprendido mucho más que en la primera mitad del año, y no sólo de tecnología. Muchas gracias, compañeros. Así da gusto.

Acerca de Pablo
Un matemático-informático con demasiadas inquietudes y poco tiempo.

Comentarios

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2 respuestas para “Un mes intenso”
  1. Pablo dice:

    Pedazo de profesional

  2. Pablo dice:

    O de masoquista… porque he disfrutado como un enano, y la sensación de orgullo no me la quita nadie.