Algo acerca de Linux y los discos duros

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Como mucha otra gente me inicié en el mundo PC con el sistema operativo Windows. Desde hace un tiempo vengo utilizando cada vez más Linux, a pesar de que donde trabajo todo esté orientado a Windows y Microsoft. Últimamente me he encontrado con que he superado el umbral del mantenimiento: ya sé arreglar mejor un sistema Linux que un Windows.

Me explico: Linux tiene la fama de ser difícil de instalar. Pero nadie se ha puesto a pensar cuánto tiempo cuesta poner en pie un Windows, y más si el hardware es algo antiguo y hay que buscar controladores. El principal problema de Linux es que requiere particionar el disco, algo que suele producir pánico. Lo que se puede llamar “usuario medio” no suele tener adecuadamente dividido(s) su(s) disco(s) duro(s):

– una partición más o menos grande para el núcleo del sistema operativo Windows

– una partición reducida para la memoria de intercambio

– una partición reducida para las posibles imágenes de CD

Рvarias particiones de tama̱o variable para almacenar los datos.

Esta distribución, algo complicada de hacer en un principio, permite fácilmente mover datos entre particiones y hacer virguerías como tener varias versiones simultáneas de Windows y Linux en el mismo PC, sin sufrir por la integridad de la información.

Esta distribución de espacio permitirá, llegado el momento, reciclar o subdividir las particiones para hacerle un sitio a Linux, sin perjuicio del contenido previo del disco. Es imprescindible recordar que Linux necesita, al menos, una partición de intercambio (swap) y otra propia para el sistema. Incluso algunas distribuciones permiten instalarse en una partición junto a Windows.

Con esto, he conseguido tener en el disco duro una mezcla algo heterogénea de sistemas:

– Windows XP Professional

MandrakeLinux 10

Fedora Core 3

Debian Sarge

Gracias a esta flexibilidad he podido jugar bastante con Linux (aunque aún queda mucho por aprender). La consecuencia inmediata es clara: he cambiado mis estructuras mentales y de pensamiento, me he adaptado a Linux y ahora me resulta difícil pensar à la Windows.

La conclusión es sencilla: un sistema en el que se ha dedicado algo de tiempo a la distribución de particiones permite jugar mucho más sin miedo a perder los datos.

Acerca de Pablo
Un matemático-informático con demasiadas inquietudes y poco tiempo.

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