Más sobre depósitos de retención
Los depósitos de retención de agua de lluvia de Barcelona no son los únicos del mundo. La ciudad de Seine Saint-Denis fue pionera en la construcción y utilización de este tipo de depósitos. En Japón se están construyendo gigantescas cámaras subterráneas para evitar desbordamientos fluviales.
El funcionamiento de los depósitos de retención consiste en almacenar el agua de lluvia en el momento en que llega a la alcantarilla, y en ir dejando salir este volumen de agua poco a poco. Esta forma de operar persigue dos objetivos: impedir la sobrecarga de los colectores de las alcantarillas y aliviar las descargas al mar del agua contaminada de las alcantarillas.
La primera función se traduce en aumentar el tiempo de retraso y el factor de laminación del hidrograma de lluvia; es decir, en que el pico de mayor intensidad de lluvia tarde más en llegar al mar, y en que cuando lo haga sea más suave.
La segunda función ha ido cobrando importancia con el tiempo, ya que cada vez es mayor la conciencia ecológica. Cuando las plantas depuradoras situadas fuera de Barcelona no admiten más agua para tratar (cosa que ocurre con frecuencia en episodios de lluvia), vierten el excedente directamente al mar. Cuando este agua ha estado en contacto con la suciedad de las calles (por ejemplo, el agua de lluvia) está muy contaminada y estos vertidos deben evitarse. Reteniendo el agua de lluvia se consigue que la planta depuradors sea capaz de absorber la mayor parte del agua de lluvia.
Si tenéis curiosidad por conocer más acerca de estos depósitos y su funcionamiento, existen visitas organizadas. Hay más informacián en la página de Clabsa.